Podría decir que en los últimos meses han ocurrido acontecimientos que han hecho que mi vida cambie un poco, sólo un poco.
Este verano lo he vivido de forma especial, lo he vivido con mucha soledad. Soledad buscada, la que llamaríamos "la buena". Cierto es que he interactuado con mucha gente: piscinas, cenas, paseos, excursiones... Pero lo que más me pedía el cuerpo eran cosas que las tenía que hacer solo.

Cada vez soy más consciente de que estar solo es mi hábitat natural. Desde adolescente me iba al cine yo solo, he ido a conciertos sin ningún acompañante... Y mira, no es ningún trauma, ningún drama ni nada triste. Siempre he dicho que para mi es más triste quedarte sin hacer algo que te apetece porque no hay nadie con quien hacerlo.
El problema de ese gusto/necesidad de estar solo hace que en ciertas ocasiones sientas la sensación de tener que aislarte para encontrarte mejor o para desconectar, igual que un fumador necesita un pitillo para relajarse.
Y con esto concluyo extrayendo una breve y sencilla conclusión:
Te pasarás el resto de tu via (insertar aquí el título de la canción)!