Y yo soy de la ley del mínimo esfuerzo.
Ley que te acaba pasando factura de una forma arrolladora, como cuando un tren pasa cerca de una hoja y esta sale disparada sin rumbo ninguno, a veces más arriba, a veces más abajo. Lo que está claro es que la hoja terminará cayendo al suelo, que es su destino.
Mientras tanto, lo que mejor se me da es poner buena cara y sonreír. Total, hacerlo no es difícil y agrada a los que te rodean. Que al fin y al cabo son los espectadores de nuestras vidas y hay que contentar al público.
1 comentario:
es el otoño
el cambio de clima
las borrascas, la lluvia y los nubarrones
que te lo digo yo!
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