domingo, 25 de octubre de 2009

Memory of You

De momento voy a dejar la crónica del fin de semana para otro día.

Hoy voy hacer algo que no suelo hacer en este blog: ponerme serio (o al menos lo intentaré)porque esto es lo más parecido a un diario que he tenido nunca y me apetece hacerlo.

Esta mañana he ido con mis tías y mi abuela a llevar un par de flores a la tumba de mi abuelo. Se que el día de todos los Santos es el 1, pero mi familia que es muy lista siempre va una semana antes para ahorrarse el aglomeramiento.

El caso es que el cementerio es un lugar que me produce mucha tranquilidad, no como a muchos otros, que les pasa todo lo contrario. Me gusta pasear, oír los pajaros y mirar, observar. Se que esto puede parecer de mal gusto o que soy un voyeur de lápidas, pero no es así, creerme.

Encuentro fascinante el concepto de "agrupar" tantos recuerdos en un sólo espacio, porque todos los que están ahí son eso, recuerdos. Independientemente de los restos físicos que queden, lo que de verdad perdurará será el recuerdo de esa persona, y no me refiero al recuerdo en si, sino de todas las personas que intervinieron con la persona "X".

Se me hace curioso pasear y ver como hay una chica de 22 años y una foto enrome en su lápida, al lado otra con un escudo del Real Madrid y al lado mi abuelo. Ver lápidas llenas de flores y cuidadas, otras olvidadas para siempre, parece ser. Estas últimas espero creer que no tienen familia y no que eran malas personas y por ello nadie va a "verle y preocuparse por el o ella". Porque algo de lo que me gustaría hablar otro día es que parece ser que cuando alguien se muere se transforma directamente en buena persona...

Volvamos al tema. Una vez que le hemos puesto las fotos al "yayo" he ido con mi madre a que viera a la que fue su mejor amiga. Es curioso, pero mi madre nunca ha superado su muerte, cada vez que sale su nombre, hablo de su hijo (del que teníamos muy buena relación desde la guardería y con el tiempo nos fuimos distanciando) o lo que sea, su cara se llena de lágrimas. Ella misma lo dice, que le duele mucho admitirlo, pero que le dolió más la muerte de su amiga que de mi tía (su cuñada).

Creo que el hecho de que se se enterara tan tarde que estaba muriendo (tenía cáncer de páncreas y en cuestión de 4 días (literalmente) empeoró y murió) y no poderse despedir de ella la ha dejado marcada de por vida.

Hoy al verla llorar me ha hecho pensar en que el día menos pensado a ella también le puede pasar lo mismo y perderla. Y ahí ha sido cuando he sentido miedo a la muerte, algo que no he tenido.

Después de pasar ese mal rato, me he dado cuenta de que lo que me da mas miedo no es de perder a las personas que quiero, sino que se "vayan" sin saber lo mucho que las quiero aunque no lo demuestre. La sensación de haber tenido la oportunidad de haber podido hacerlo me come por dentro.

Así que desde aquí, aunque se que no tiene mucho alcance, o mas bien, para unos pocos y pocas, quiero dar las gracias por todo lo que me aportan las personas que quiero y que de corazón os quiero mucho, empezando por mi familia y acabando por la gente con la que tengo contacto de forma binaria.


Nota mental: no ponerse tan moñas en futuras ediciones.

4 comentarios:

Parker dijo...

:-)

Anónimo dijo...

......

Petons

Anónimo dijo...

mi frutoncito...
te quiero mucho!!!!
te llevo en el fondo de mi corazon!

Abuga dijo...

Parker: Me Too! :c) (pero con la nariz respingona)

Anónimo Pérez: Somos complementarios como los Fashionistas a Dior

Anónimo Española: Te quiero un puñao de megabytes y microchips!

Gracias por leerme!

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