sábado, 31 de diciembre de 2016

Top Canciones 2016


Este año ha sido muy intenso, pero mucho. Tan intenso que casi no me da tiempo ha hacer el top. Seguro que me dejo alguna canción, pero se que las más representativas están aquí. Y como siempre, muchas no son propiamente de este año. Pero esto es un top de las canciones que me han acompañado este 2016. Y como digo siempre: yo siempre llego tarde a todo. 

¡Allá va!

13. Rihanna -  Bitch Better You Have My Money
Esta canción fue la BSO de la Despedida de soltera más lujosa en la que he estado. En la casa más bonita en la que he estado jamás. Fueron días de sentirnos como auténticas ricachonas y estar todo el día en topless. Molt fort.

12. Sia - Alive
Sia ha sacado este año un disco con canciones que otros artistas rechazaron. Y yo como me siento muy identificado con cualquier cosa que ha sido rechazada, pues me parece una idea genial. La canción me pone los pelos de puta. Sobretodo en la parte dónde se le quiebra la voz después del subidón.


11. Kylie Minogue - White Diamond (Live In New York Version)
Esta canción tiene más año que Matusalén pero me dio muy fuerte por ella y es de esas canciones que lo mismo te sirve para dormir la siesta, que para pasear mientras cazas Pokémon que para querer morirte por dentro sin que nadie se de cuenta.


10.Zahara - El Deshielo
Descubrí el disco de esta mujer por casualidad. Paseaba por el Media Markt de Terrassa y me fijé en la portada de la edición especial. Me lo puse en Spotify y acabé enamorándome del disco entero pero en especial de esta canción. La base, los versos y todo son geniales del coño. Y claro, te hablan del deshielo cuando tú tienes un iceberg dónde otros tienen corazón, y quieras o no, te toca la fibra. Eso, y que yo también soy de salir desnudo a cerrar el balcón. Pero vivo en un primero y me ven la churra los yonkis del bar que tengo enfrente de casa.

9. Ewan McGregor - Your Song
Hay veces en las que crees que la vida puede parecer maravillosa y que todo es bonito. Pero la puta realidaT es otra. Así que yo como no sabía lo que iba a pasar en un momento determinante de este año, me llevé música por si la cosa salía bien y otra por si salía mal. Esta canción me servía para ambas, porque si todo es bonito te da subidón, en mi caso intensifica más el drama y ayuda a salir toda la mierda que llevas dentro. Los conductores de la Ronda De Dalt pueden dar fe de ello.

8. Ariana Grande - Into You
Es un puto temazo. Nada más que decir. Bueno sí, esta canción hizo que me enamorara de ella cuando vi un vídeo de una travesti en un talkshow de estos latinos o brasileños. Ojalá vuelva a encontrar ese vídeo porque era la repanocha.



7. Fifht Harmony - Scared Of Happy
Me dio muy fuerte por esta canción mientras pintaba una sala en el colegio dónde trabajaba antes. Cuando digo muy fuerte es que me di cuenta que llevaba 3 horas escuchándola en bucle. ENFERMEDAD.

6. Emeli Sandé - Hurts
Palmas, palmas y más palmas. Una base potente, coros, instrumentos de aire y una letra de esas más potente que la base.
No se puede pedir más.

"Loving you the way I do, it hurts"

5. Beyoncé - All Night 
Una de esas canciones que al principio te sudan los huevos y que de repente un día te da un venazo y te enamoras de ella. 
Balada con un tempo raro pero que tiene su punto. Seguro que hay gente que se la pone para hacer el amor. Yo la pongo para fregar. El caso es disfrutarla como mejor sepa cada uno/a.

"With every tear came redemption
And my torturer became a remedy"
4.Leona Lewis - Thunder
Acabé el año pasado descubriendo esta canción. Y me olvidé de ella. Después volvió a aparecer para tocarme la fibra sensible. Sí, este año parece que haya estado ovulando constantemente y he estado sensiblón. Pero es que ha sido un año bastante intenso.
La base, la letra, la voz de Leona... Me pone la piel de gallina y "me se" hace un nudo en la garganta con el estribillo. ¡Con lo que yo he sío!

"With an empty heart
I am free again
For some things to start
Some have to end"


3.Fifth Harmony - Sledgehammer
Un mid-tempo con un estribillo potente. Una canción dónde la Beyoncé del chino no tiene ninguna estrofa. Una canción que me encanta y no sabría decir porqué. Me gustan las estrofas y me gusta aun más el estribillo. Tuve la suerte de escucharla en directo en el último tour (seguramente de forma literal) de estas muchachas cuando se pasaron por Barcelona.
Esta canción describe perfectamente una situación real que me pasó y que voy a resumir muy resumida a modo de consejo para quien le pueda servir: Si tienes un smartwatch que mide el pulso, y tienes una cita y os da por medios los pulsos y el tuyo tiene un ritmo normal y el de la otra persona lo tiene muy acelerado pueden significar dos cosas: a) que acaba de hacer una carrera. b) que le gustas mucho y está nervioso por estar cerca tuyo. 
En mi caso era la opción B pero creo que o no se dio cuenta o le sudaron los huevos. Sea como fuera me gustaría que mi experiencia sirva como referente en un futuro.

"If you take my pulse right now
It would feel just like a sledgehammer
So close together
So far apart
You're turning me on
And my fire's waitin' for your spark"


2. Elena Gadel - Saltar Al Vacío
Esta también fue canción del 2015 pero hasta este año no fue cuando se convertiría en un trampolín para dar un empujón. Esta canción define perfectamente la situación que he vivido este año. Que como he dicho antes, las he pasado muy putas. Algunas por voluntad propia, otras por agentes externos. Pero no me arrepiento ni un puto segundo de las decisiones que he tomado este año, aunque ello me haya hecho cargar con momentos muy duros. Pero también con otros muy buenos.
Esta canción me ha hecho llorar un par de veces este año. La última mientras doblaba ropa estando en pijama. Muy de señora. Sin ser yo nada de eso.

"Permítete saltar al vacío 
permítete intentar y perder 
que el mido no te pise el instinto 
y las ganas de crecer"


1. Florence + The Machine - Queen Of Peace
LA CANCIÓN.
5:07 minutos de absoluta perfección. Cuerdas, viento, percusión, coros y una Florence que lo vuelve hacer. La hijaputa vuelve a colarse dentro de todos mis poros y remueve todo lo que hay dentro y lo saca hacia fuera.  Ya lo hizo con Cosmic Love y con Sweet Nothing. Ahora lo que siento con esta hace parecer que lo que sentí con las otras dos canciones no fuera nada. No lo puedo describir bien pero es una sensación de subidón, de tristeza, de ganas de correr como un loco, de bailar, de saltar, de gritar y de hacer todo eso a la vez.
La letra es de esas que como te pille en una época en concreto hace que se te revuelvan los posos y se te revuelva todo.
Lo que llegué a llorar con esta canción por la Ronda de Dalt cuando volvía de un chasco sentimental sólo lo saben los conductores que tenía al lado en el atasco. Lo que me hace sacar esta canción muy pocas otras lo hacen.
Orgasmo musical cada vez que la oigo y encima tuve la suerte de sentirla, porque esta canción no sólo se oye si no que se siente con todo el cuerpo, en la última visita de Florence + The Machine en el Palau Sant Jordi.


Bonus

Sophie Ellis-Bextor- Today The Sun's On Us
Hay momentos en los que crees que no puedes soportar más el peso de la mochila de mierda que llevas encima durante demasiado tiempo. Hay veces en que no ves más opciones que quedarte quieto y que todo pase, pero sabes que no pasará. Si esto te pasa, ponte esta canción las veces que haga falta hasta que entiendas que todo lo que dice es verdad. A mi me sirvió. Eso, e ir a la psicóloga. Esto está bien como medida más económica. Aunque no te dará pautas.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Mal director

Te empecé a echar de menos incluso antes de que vinieras.
Dejaste un hueco vacío sin haberlo llenado siquiera.
Me preocupé antes de que ni supieras como me llamaba.

Siempre ha sido así. Ver el final antes de que la historia comience. Y el final es el mismo.
Debo ser como esos malos directores de cine que se encasillan y siempre hacen el mismo tipo de películas pero con diferentes actores.

Reciclaje y reset.

No pido más.

Pero me cuesta darme lo que necesito.

jueves, 25 de agosto de 2016

Cierre

Hay veces en las que tienes que sentarte, coger fuerzas y hacer algo que quizás debiste hacer hace mucho tiempo. Y así ha sido hoy.

He tardado, pero por fin lo he hecho. 

Me despido de algo de lo que hace tiempo me tenía que haber despedido.

Quizás no sea algo para compartir así tan abiertamente, pero cabe la posibilidad de que si esto le puede servir a alguien, bienvenido sea.

Y si no, pues al menos ya sabréis el motivo de porque hago tanto humor negro con mi vida sentimental.

Dentro vídeo

"Llegaste cuando menos lo esperaba. De hecho, nunca imaginé que me pasaría y mucho menos en el infierno que eso supondría. Y digo infierno porque es lo que he vivido, quizás por eso mi humor se volvió más negro y mi forma de vivir y entender las cosas sean diferentes después de cruzarme contigo.

Sentí cosas que nunca antes había sentido. Sentí un sentimiento descomunal de bienestar y también la más horrible de las penas. Y me jode reconocerlo, pero eras mi todo. Y yo no era nada. Normal, yo era un chico y los chicos como tu no se fijan en otros tíos. Recuerdo perfectamente ese cosquilleo que sentía cuando te oía hablar, me llegaba un SMS o incluso si veía tu moto aparcada en mi portal. Sabía que no venías expresamente a verme a mi. De hecho el motivo por el cual venías me partía el alma en dos, pero justo después me alegraba saber que ya que estabas allí te pasarías a verme. Vivía en una puta montaña rusa emocional. Gracias a ti o por tu culpa. Más de diez años después sigo sin tenerlo claro. Tuve muy mal ojo de fijarme en quién no me tenía que fijar. Eso es a lo que llaman el primer amor. En mi caso no se como coño llamarlo porque después de eso parece que me hayan quedado secuelas de por vida. Como quién pierde una pierna en un accidente de coche. Yo sigo teniendo todas las extremidades, pero una parte de mi se quedó en estado vegetal. Me partiste la cara, de forma literal, y eso parece que me marcó de por vida. Y no me da la gana de seguir así por alguien que no vale la pena. Parece que desde ese momento entendí mal lo que era el amor en todas sus facetas, pero en especial lo que se refiere amor del que hablan las películas. Quizás sea parecido a cuando un niño es pequeño y le enseñan mal las letras. El resto de su vida pensará que lo que para otros es la letra “A” para el es la “M”. Desde ti no concibo el amor como algo que no sea dolor. Y por lo que me cuentan, quizás tengo el concepto un poco distorsionado. No he podido sentir bienestar sin estar sufriendo. Y estoy cansado de eso. No pretendo recriminarte nada porque el daño ya está hecho y no hay máquina del tiempo para cambiar lo que ya ha pasado.

Con esto lo que quiero es cerrar una puerta. Una puerta en la que sólo han entrado cosas malas y que me han hecho sentir mal durante más de una década. Quiero olvidarme de esa falsa sensación de alegría y de la puta amargura que sentí cuando me dijiste sonriendo que estabas saliendo con mi vecina. No quiero que ese sentimiento se vuelva a reproducir de esa manera tan intensa que parecía que me atravesaran el pecho con un objeto punzante y ardiente. Quiero vivir las cosas en su medida. Tampoco quiero ser insensible ante otras cosas que me hagan sentir como un puto monstruo sin corazón. Si no tengo corazón es porque lo perdí por ti. O me lo arrancaste con una hostia en la cara. Me da igual. Quiero recuperarlo y aquí no hay ningún bloque de cemento o vasija que romper para recuperarlo. No quiero tenerte como patrón de referencia de lo que es estar enamorado porque eso me mata y me hace sentir un desgraciado cuando tengo muchos más motivos para no sentirme así. Quiero quitarte el poder que no se porque coño te di y que parece que lo tengas de forma vitalicia. Yo siempre he sido de los que piensa que nada es para siempre y tú y tu recuerdo está durando demasiado.

Cuando pienso en ti pienso en un quiste que tengo enganchado en el corazón como una mancha de alquitrán que se ha adentrado tanto que se ha convertido en metástasis. Y lo peor es que sólo depende de mi arrancarte de cuajo. No puedo pretender que venga nadie y me haga que te olvide igual que no puedo pretender estar preparado para que entre nadie en mi vida estando yo lleno de secuelas tuyas. No quiero fijarme en más gente como tú. Creo que ya tuve bastante con alguien como tú.
Siento la necesidad de dar pero me siento incapaz por el miedo de lo que vendrá después. Sería como vivir una ruptura antes de que ni siquiera haya comienzo. Vivir lo malo sin vivir lo bueno. Para mi es lo que ha sido hasta ahora a lo que podríamos llamar “amor”. Y me he cansado. Me he cansado y me he agotado de acumular fracasos y vivirlos como si fuera el fin de los tiempos. Y en muchos casos ni siquiera era para dedicarle más de media hora a estar mal. En otro ni siquiera la otra persona sabía nada. Así de gilipollas he sido todo este tiempo. Este año por fin, y por primera vez, fui capaz de hacer algo que jamás podría hacer. Y me llevé una hostia bien gorda, pero estaba contento de haber desbloqueado un reto. Creía que lo tenía superado, pero desde hace unos días que volvía a tener la misma sensación de sufrimiento innecesario que he sentido antes. Y ya basta. Estoy un poco hasta el coñamen de sentirme así de mal por lo que un desgraciao' me hizo.
Así que con esto le pongo fin a ti y a tu legado de mierda que dejaste en mi. Espero no tener que hacer nunca un DLC de esto ni una segunda parte. De verdad que lo espero.

Hasta nunca."




lunes, 6 de junio de 2016

Tempus fugit

Cierro los ojos e intento no pensar pero de nada sirve. Mi mente parece, por desgracia, una trabajadora de una fábrica de Inditex. 

Odio no saber desconectar. Pero más odio no poder hacerlo.


Espero que el yoga me ayude a conseguirlo. Si no al menos habré ganado en elasticidad y poder hacer la postura de la vela. Que ya es mucho.


Últimamente me he dado cuenta de que vivimos súper acelerados y aceleradas. El modelo de vida que llevamos es frenético y no nos permitimos tener un momento de "no hacer nada!. A veces ese tiempo "desaprovechado" es más que necesario para oxigenarnos. Pero no suele ocurrir.

Desde hace un tiempo, cuando decidí tirarme a la piscina e intentar dedicarme a lo mío, intento evitar ese estrés que llevaba, y después de varios meses, aun tengo un poco de deje. He estado durante unos 10 años con varios trabajos. Mi jornada laboral se resumía en entrar a trabajar a las 9 y salir a las 19:30. De lunes a viernes y los findes normalmente los he tenido libres, pero también me ha tocado currar si ha salido algo. En verano era época de casales de verano. Recuerdo un año en que hacía 3 a la vez. Jornada de 8 a 22:00 aproximadamente. Pero no me importaba porque me lo pasaba bien y tenía juventuT. Cuando entras en la espiral del estrés no eres consciente de nada más. Aprovechas cualquier hueco libre para llenarlo con algo útil.

Ahora intento vivir sin eso, pero sigo tiendo la cultura del no-desperdiciar-el-tiempo muy arraigada. Planifico el día desde que me levanto hasta que me acuesto. Aunque no siempre lo cumplo, pero la intención ya está ahí. Sí que es verdad que me acuesto cuando tengo sueño y me levanto cuando el cuerpo me lo pide. Sigo durmiendo una mierda, pero no uso despertador. Como cuando tengo hambre y hago lo que tengo que hacer cuando la llamada de la naturaleza me avisa. No pretendo que suene pedante, pero si que me gustaría que por un momento pensáramos cómo serían nuestras vidas sin horarios tan marcados, si viviéramos con ritmo caribeño (aunque fuera sólo la mitad) durante un tiempo.

Me gustaría poderlo conseguir y no tener que estar pensando que necesito llevar encima si, por poner un ejemplo, un día tengo que ir a pintar un mural, después al gimnasio, después a tomar algo seguido de un correfoc y por último salir de fiesta. Todo esta logística por tal de aprovechar el tiempo al máximo y no tener que pasar por casa. ¿Para qué? pues para no perder tiempo.

Todo el puto día, o la puta vida, pensando en que el tiempo se pierde. Y el tiempo ni se gana ni se pierde: pasa. Simplemente pasa. De nosotras y nosotros depende lo que hagamos con el y lo que lo disfrutemos. Quizás creamos que es mejor ir corriendo a los sitios para llegar antes a nuestro destino o aprovechar una espera para hacer la compra. Sea lo que sea, el cabrón cada vez pasa más rápido y yo cada vez tengo menos ganas de correr.

jueves, 12 de mayo de 2016

Eso



Ella no era diferente al resto de sus semejantes. Era joven, relativamente guapa, las curvas de su cuerpo recordaban a las obras de Rubens y, en bastantes ocasiones, su concepto de si misma no era el mejor del mundo. Pero eso no le importaba porque sabía de sobras lo que le hacía recobrar su nivel básico de autoestima. Era algo que años atrás nadie se habría imaginado pero que de golpe y porrazo ese algo parece ser que se extendió igual que se extendían las epidemias en la Edad Media.

Su confianza dependía de algo exótico y cercano a la vez. Ella lo necesitaba igual que los pájaros necesitan sus alas para volar. Y era muy difícil de conseguir en algunas ocasiones. No importaba el esfuerzo ya que la recompensa siempre era infinitamente más satisfactoria que cualquier esfuerza que hubiera que hacer.

Eso que necesitaba lo podía conseguir por si misma, pero el efecto que le producía no era el mismo. Ella tenía que conseguirlo de una forma indirecta. El hecho de ser ella la que lo consiguiera de forma directa le producía una sensación de disgusto consigo misma que no le beneficiaba nada. Y más teniendo en cuenta que eso era lo único que la salvaba de su propia negatividad.

Su método era bastante sencillo. Para conseguir su objetivo necesitaba que se lo ofrecieran. No importaba que ella lo sugiriera. Muchas veces ni lo tenía que insinuar ya que eso estaba tan extendido que a una gran mayoría de la población también le fascinaba. Aunque seguramente no de la misma manera que a ella.

Una vez la propuesta estaba hecha ella entraba en un estado de euforia personal. Lo que pasaba después de conseguir eso era siempre parecido. Algunas veces sucedía incluso antes y eso se convertía después en su recompensa.

Ella sabía el motivo por el que lo hacía y lo que quería conseguir en ella. Sabía que nunca se sentiría bien consigo misma y que eso que le daba la felicidad pasajera le acabaría produciendo más dolor.


Pero no tenía otra opción. Al fin y al cabo, eso es lo que hace la cortesana del sushi.



Por Abuga

lunes, 9 de mayo de 2016

Cookies

Siempre me creí fuerte. Capaz de aguantar como un jabato. Pero me he dado cuenta que ya no es así.
Las cookies no me dejan. 

Por más que lo intente, todo me recuerda a ti y me cago en la puta. Pensé que ya no pensaría más en ti. No de esa manera que hace que me acuerde de todo lo que pasó y sobretodo, de lo que no pasó. La culpa es de las cookies. Tienen la capacidad de relacionarlo todo contigo. Esa es su función. Joderme la vida. No recuerdo haber aceptado ningún término ni condición para que ellas pudieran seguirme allá dónde fuera contigo y que me lo recordaran hasta que me doliera. 

En ningún momento imaginé que su poder fuera tan fuerte. Ellas son como esas cicatrices que te recuerdan que dónde ahora ves una marca, antes había una herida abierta. Pero en este caso abren la herida, echan sal, agua oxigenada y te enseñan imágenes de lo lenta que es tu cicatrización.

Sólo necesito saber si existe forma alguna de poder anular su función. Porque estoy seguro de que todo esto es obra suya.

No creo que sea yo mismo el que se haga este machaque.

No quiero creerlo.

Es más fácil culpar a las cookies.


lunes, 18 de abril de 2016

Cuando menos te lo esperas

Últimamente estoy más sensible. Y por más sensible me refiero a que estoy sensible. 

Será fruto de los cambios que he tenido, de la primavera o de pesar 20 kilos menos. Pero noto que siento las cosas de otra manera, que me emociono más que antes y que cosas por las que no sentía nada, ahora tienen la capacidad para que reaccione.

Hace un par de semanas fui a entregar unos papeles al INEM. Después de varios meses de mareos de papeleos "parriba y pabajo" y de tener la sensación de que iba a tener que acabar viviendo entre dos cartones me ocurrió algo curioso. 

La trabajadora que tenía enfrente era una chica/señora con gafas, media melena, pelo lacio y una cara bastante inexpresiva. Le entregué la documentación que necesitaba y la mujer iba haciendo su trabajo en el ordenador sin decir ni mu. De vez en cuando me soltaba algún "no tardaré mucho" o un "ya queda poco" pero parecía que lo hacía de forma  bastante mecánica Como si yo fuera una pieza de motor y ella una trabajadora de una cadena de montaje.

Yo no tenía demasiadas esperanzas en que la cosa acabara bien ya que las tres veces anteriores habían sido un fracaso pese a que la atención de las otras trabajadoras había sido mejor que la que tenía esta.

Al rato la chica me comunicó que ya estaba todo solucionado. Yo no me lo acababa de creer y le pregunté: ¿En serio? 

Ella me dijo que sí, me resolvió muy amablemente las trescientas dudas que yo tenía. Cierto es que su actitud no era muy cercana y mas bien era distante pero al fin y al cabo ella no estaba allí para hacer amigos. Estaba para hacer su trabajo y lo hizo de forma excepcional. Sin el plus de cordialidad y de una sonrisa, pero ya sabemos todos y todas como va el tema de los recortes. Así que entendí que no iba a hacer más de la cuenta, que nadie se lo tendría en cuenta.

Al irme le di las gracias, le desee un buen día y un feliz fin de semana. Se lo merecía.

Cuando salí a la calle tenía una sensación extraña entre alegría, emoción y puede que pena. Pena al darme cuenta de que de la forma más tonta había aprendido una lección de esas que uno suele aprender gracias a otras situaciones o experiencias. Pero no me caracterizo, por suerte o por desgracia, a ser como el resto de los mortales.

Aprendí que mi falta de esperanza por conseguir que se pudiera solucionar mi situación de desempleo se debía a que las otras ocasiones habían sido un fracaso. Y eso no quería decir que nunca se fuera a solucionar, si no que aun no había dado con la persona adecuada. (Aunque en realidad se debía a que faltaba documentación, pero en ese momento no tuve ese "pequeño" detalle en cuenta. Tócate el coño y baila).

Fue entonces, fruto de ese nivel de sensibilidad que he comentado antes, cuando comparé esa situación con mis no relaciones sentimentales. Todas han sido un fracaso. Aunque no se le puede llamar fracaso a algo que no ha llegado a ni siquiera empezar. Serían episodios piloto que no han conseguido una mínima audiencia para llegar a algo más que a un simple episodio. Pensé mucho sobre si mi pesimismo a la hora de las relaciones se veía afectado por todas las otras ocasiones dónde sólo el fracaso a visto la luz. También me pregunté si cabría la posibilidad de que igual que aquella trabajadora, dónde yo no tenía puesta la más mínima esperanza, pudiera ocurrir con algún hombre.

Se me revolvió todo el cuerpo. Eso en una película iría acompañado de un foco de luz como si hubiera visto a Cristo. Pero no pasó, casi me atropella un coche por cruzar sin mirar la carretera. Pero eso es otra historia.

El caso es que pensé mucho en esa posibilidad. En si valía la pena seguir intentando en tener la idea de que eso podría ocurrir o seguir en mi pensamiento de color negro. Entonces ahí si que vi un pequeño rayo de luz: Hay muchos jugadores en esta partida, por desgracia yo no tengo demasiada suerte en el azar. Quizás no sea cosa del azar y lo sea de jugar bien la partida con las cartas que uno tiene. O puede que haya tenido unas cartas de mierda. O que haya sido un mal jugador. Opciones hay muchas y algunas pueden hacer que duelan cosas que no tendrían porque hacer daño.

Después de eso, me puse los cascos, le di al play a un enlace de Youtube y me fui a la Abacus a comprar papel de acuarela.

Al fin y al cabo mi única opción en ese momento era no quedarme con los brazos cruzados y que mi destino tuviera que depender de nadie.

lunes, 21 de marzo de 2016

Continue?

A menudo tengo la sensación de perder. De hecho, estoy muy acostumbrado a ello. No he sido de los que se enfadaban al perder en un juego de mesa, una partida o en un partido de algún deporte (que yo alguna vez también he practicado actividad física de forma competitiva en grupo).

El caso es que con el tiempo, y después de algún disgusto que otro, he aprendido a que en algunas ocasiones, por muy contradictorio que parezca, perder es ganar. En algunos casos creemos que hemos perdido algo, pero no hay mayor recompensa que perder según que cosas, situaciones o incluso personas.

Perder es ganar. Ganar no es perder. Lo importante es saber alzarse del suelo antes de que se nos acabe la cuenta atrás del "Continue?", insertemos la moneda o apretemos al botón adecuado. Porque a veces sin darte cuenta, te pajareas y se te pasa el tiempo. Después resulta mucho más difícil reemprender tu dura lucha. Aunque por suerte eso no significa específicamente que no puedas seguir con tu objetivo, sólo que te costará un poco más. Y aquí nadie a venido a sufrir más de la cuenta.

Y menos a toparse con el GAME OVER.


lunes, 15 de febrero de 2016

Herida abierta

A veces tengo la sensación de que soy una herida abierta. De esas que las miras y tienen muy mala pinta. De las que por más que lo intentes no se llegan a curar y cuando parece que han cicatrizado y las tocas, notas que debajo la cosa sigue blanda y aun duele.

No es la mejor sensación del mundo, la verdad. De hecho es una mierda. Pero por suerte las cosas no duran para siempre. Y digo suerte como podría decir desgracia, pero en este caso es suerte.

Aprendes a vivir cómo si eso fuera algo normal y a veces ese dolor se intensifica. Más dolor dónde no tendría que haber eso. Pero todo suma. Todo. Pienso que sin la base de dolor, el auténtico dolor sería menos intenso. Tendría la intensidad que debería tener, con sus matices. La sensación es parecida a cuando te duele algo y todos los golpes van a esa zona. Si no doliera de antes, seguramente esos golpes no los viviríamos de forma tan intensa. Creo que es un buen ejemplo. Se nota que hoy he tomado café del bueno.

El caso es que las heridas abiertas o las cicatrices mal curadas hacen que el día día sea más difícil. Pero igual que las úlceras por presión, con un tratamiento adecuado, se puede curar. Aunque a veces el gran porcentaje de que eso ocurra depende de uno mismo/a, el resto es de ayuda externa. Ya sea una gasa con betadine o gente que nos rodea. Puede que sin darse cuenta, ni nosotros/as mismos/as, pero eso es esencial para no ir dejando un rastro de sangre por allá dónde pasamos.

Por eso es tan importante que intentemos cicatrizar bien cicatrizado cada herida. Con ayuda o sin. Por qué llegará un día en el que nos demos un golpe en esa zona dónde tanto nos dolía y mejor que no tengamos secuelas para seguir con nuestra vida de forma normal. Por qué lo normal no es que todo duela de forma exagerada, si no saber amortiguar los golpes, no que estos formen parte de nosotros/as.


jueves, 11 de febrero de 2016

¿Cómo lo hacéis?

No pretendo que esta entrada resulte algo alarmista o un intento de dar pena. Pena es robar y que te pillen.

El otro día, por primera vez en la historia de mi vida (podría decir desastrosa pero lo dejaré sólo en vida) sentimental, me declaré.

La sensación previa es parecida a cuando subes por primera vez al examen de conducir. Las siguientes no son tan intensa, en lo que refiere a volver a subir a examen. En el otro caso no lo se.

Obviamente y siguiendo los patrones y directrices de alguna maldición gitana que me hayan echado, la respuesta no fue correspondida. Todo fue muy correcto y con una sensibilidad a la que no estoy acostumbrado. Es como si te dieran una bofetada con unos guantes de seda puestos. La torta te la llevas, pero algo suavizada.

El caso es que esta vez la sensación que sentí fue diferente. Como ya he dicho antes, era la primera vez que hacía algo así. Pero eso no significa que me haya llevado la misma respuesta de formas diferentes y en otros contextos. En esos, sentía como si metieran la mano en mi pecho y me arrancaran ese órgano que hace llegar la sangre a todo el cuerpo. Esta vez era más bien una sensación de: ¡Me cago en la puta! ¡He estado cerca!

Una parte de mi estaba contenta por qué había dado el paso y había asumido los riesgos. Poco a poco.

En un principio estaba bastante sereno. Pero siempre llega la parte en la que te metes en el coche, les envías un audio a tus amigos pasando el parte mientras se te quiebra la voz y empieza el festival de lágrimas. La Ronda de Dalt puede dar fe de que un señor se la recorrió entera llorando mientras escuchaba la BSO de MOULIN ROUGE (a veces soy un poco gay) y después con la canción de FLORENCE + THE MACHINE Queen Of Peace.



He de decir que mi zona de confort para desahogarme es el coche. De hecho, no recuerdo haber llorado tan intensamente como dentro de un coche. Y las personas que me conocen saben que no soy nada de llorar. N.A.D.A.

El caso es que no hay mejor kit de primeros auxilios que los amigos/as. Iniciaron un protocolo de gabinete de crisis y por la tarde-noche los y las tenía en mi casa para hacerme compañía.

Sé que la suerte que no tengo en el amor si que la tengo con la amistad. Y es inversamente proporcional. Así que ¡Flipa tulipa!

Me sabe mal haberles preocupado y hacerles llorar también. Porque ellos y ellas son un poco más sensibles que un servidor.

Después de eso, al día siguiente sobreviví decentemente con un par de momentos de bajón más. Por suerte mi nivel de recuperación es parecido al de Cor Petit (Piccolo para la gente no catalana) y estoy un poco mejor.  Mi corazón sigue latiendo como el de un colibrí y noto una sensación de presión. Pero supongo que es normal, igual que cuando te revientas un grano que sigue quedando el bultito pero ya no queda nada dentro por salir. Quizás a mi si que me quede algo. Pero mis ojos no son las cataratas de Iguazú. Poco a poco.

Y aquí viene el por qué del título de post.

¿Cómo lo hacéis?

¿Cómo hacéis para conocer a alguien y que de eso salga algo bonito, aunque sea con fecha de caducidad?

¿Cómo tenéis tan poca vergüenza de acabar una relación y no poneros en la cola del amor? ¿Por qué os coláis? ¿Tenéis el coche en doble fila? ¿Quizás sólo prisa?

Sea lo que sea no se lo que tardaré en volver a pedir tanda. Lo que si que tengo claro es que sta fue una de esas partidas en las que al acabar subes 5 niveles de experiencia.

Y de eso se trata, de ir subiendo de nivel para estar preparado para el FINAL BOSS.

De momento seguiré entrenando cuando la pócima de restauración de vitalidad haya surgido efecto.

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